Catena Malbec 2015

Catena Malbec

2015

Mendoza, Argentina

$350-$400

Fue mi papá el que ya hace algunos años, cuando apenas comenzaba a interesarme en el mundo del vino, me platicó que los vinos argentinos eran muy buenos. A partir de ese momento comencé a comprar algunos de los pocos que en aquél entonces se encontraban en los supermercados e inmediatamente constaté que, como en la gran mayoría de las cosas, mi padre tenía razón.

Argentina es uno de los mayores productores mundiales, no sólo de futbolistas, sino también de vino de calidad. En el Informe 2017 de la Organización Internacional del Vino y de la Viña (en la entrada de la semana pasada les compartí el enlace) se indica que Argentina ocupa el 9º lugar en producción de vino, justo detrás de su vecino Chile, con quien ha intercambiado posiciones en este ranking en los últimos años. Sin embargo, a diferencia de su vecino, buena parte de la producción de vino argentino se queda para consumo doméstico, en parte porque la demanda interna es alta (ocupa el 8º lugar mundial justo después de España) y en parte también porque el enfoque en la producción de vinos de calidad de exportación se consolida hasta finales del siglo XX. Por eso es que, a diferencia de sucede hoy en día, antes no se encontraban muchas opciones de vino de argentino en México.

Precisamente la gran culpable de esta revolución del vino argentino fue la Bodega Catena Zapata fundada a principios del siglo pasado por Nicola Zapata, emigrante italiano que llegó a Mendoza a finales del siglo XIX y que plantó ahí la primera viña de Malbec. Aunque se consolidó como una de las principales bodegas de Mendoza, no fue sino hasta finales del siglo XX cuanto Catena Zatapa se catapultó como un referente del vino argentino a nivel mundial.

El responsable de esta transformación fue Nicolás Catena (nieto de Nicola), quien después de pasar una temporada como profesor visitante de economía en la Universidad de California en Berkeley, regresó a Argentina impregnado del espíritu innovador del Napa Valley. A su regreso a Argentina trató de innovar y tomó riesgos como plantar, en contra del consejo de su Ingeniero Agrónomo, Malbec a más de 1,500 metros sobre el nivel del mar, en una zona fría prácticamente en las faldas de los Andes. De hecho las postales de los viñedos de esta zona son espectaculares, con las vides al pie de las montañas nevadas (aquí se puede leer con mayor detalle la historia de los Catena y aca un pequeño video donde aparece Laura Catena (hija de Nicolás), su actual directora). 

Fotografía: Catena Wines

Aunque se trata de una uva originaria de Francia, ha sido en Argentina, particularmente en Mendoza y en viñedos de gran altura, donde la Malbec ha logrado su mayor expresión (algo así como Messi en el Barcelona), logrando posicionar a Argentina como el exponente de los Malbec de mayor calidad mundial, entre ellos los de Catena Zatapa. La Malbec es una uva que suele dar vinos con mucha concentración de color, con tonalidades violáceas que son, simplemente, hermosas y que entregan aromas y sabores muy frutales y que desarrollan, cuando pasan por barrica, notas torrefactas a café y chocolate.

El vino de esta semana (Catena Malbec) es un prototipo del Malbec argentino. Si aún no han probado alguno y tienen curiosidad de hacerlo (les aconsejo que la tengan) esta es la mejor opción por su calidad y su claridad en los elementos típicos de un Malbec de esta región. Esto es lo que me encontré en el vino 👇

Fase visual

A la vista es un vino brillante color rojo rubí que presenta algunas tonalidades violáceas y moradas. El ribete es rosado, la capa de color media y presenta muy buena limpidez. El lagrimeo es constante, las lágrimas son robustas y caen despacio.

FASE VISUAL
		Tinto Color
		Rojo rubí con tonalidades violáceas
		Ribete
		Rosado
Capa de color	Brillo	Limpidez	Lagrimeo/Viscocidad
Media	Muy brillante	Muy buena	Constante, con lágrimas cayendo lentamente

Fase aromática

En nariz es un vino que presenta complejidad y concentración de nivel medio y expresa muy buena limpidez. La primera impresión es buena y mejora en la segunda impresión, lo que habla de un vino que va evolucionando y mejorando con la oxigenación. En las notas que presenta predominan los aromas a frutos rojos, particularmente la cereza y la frambuesa y florales, como las rosas y las violetas y una ligera, pero perceptible nota láctea, como a yogurt de fresa.

FASE AROMÁTICA
1ª Impresión	Fuerza/Intensidad	Carácter	Complejidad
Muy buena	Media	Frutos rojos Floral Madera	Media
Concentración	Limpidez	2ª Impresión
Media	Muy buena	Mejor

Fase gustativa

En boca es un vino seco, que tiene un ataque suave, elegante y ligeramente cálido. La acidez se presenta de media a media alta, pero muy bien equilibrada con el resto de los elementos, como la tanicidad que también se presenta de media a media alta. Es un vino de cuerpo medio a medio alto y el nivel de alcohol se aprecia a nivel medio. La permanencia es media, agradable, pero no demasiado perdurable. En boca se confirman los sabores a frutos rojos, predominantemente la cereza y la fresa aparece más que la frambuesa y algo de ciruela, lo cual se encuentra asociado a la acidez. Aparece con mayor presencia la madera en boca, dando algunas notas torrefactas, como cacao y tabaco y cuero. Se perciben menos las notas lácteas, aunque aparece alguna en forma de chocolate con leche.

FASE GUSTATIVA
Ataque	Dulzor/Sequedad	Acidez	Alcohol	Tanicidad	Cuerpo	Permanencia
Suave y ligeramente cálido	Seco	Media a media alta	Medio	Media a media alta	Medio a medio alto	Media
Carácter
Frutos rojos Torrefactos Madera Especies

Sí, éste también es de vinos favoritos. Aunque puede beberse sólo, es un vino que marida perfectamente con platillos típicos argentino, como los cortes de carne (de preferencia términos medios a tres cuartos), pizzas, pastas rojas, empanadas y hasta con los alfajores. Alguna vez hablaremos del maridaje de postres y vino ("dulce y vino, borracho fino"), pero para mí este es uno de los vinos que mejor marida con chocolate. Ojalá se animen a probarlo, no se arrepentirán. Salud! 🍷