Si los candidatos fueran un vino
Si los candidatos fueran un vino
Antes de que inicie la jornada de reflexión previa a las elecciones, una pequeña reflexión: ¿Qué tipo de vino serían los candidatos a la presidencia de México?
Foto: www.forbes.com.mx
Anaya sería un vino joven queretano (donde, por cierto, se está produciendo buen vino), que ha pasado por un proceso de elaboración muy accidentado y que quizá haya sido embotellado antes de tiempo. Aunque no es un mal vino, para muchos hubiese ganado más si hubiera tenido un proceso de maduración en barrica más prolongado, antes de salir al mercado. Es posible que esta añada no gane ninguna medalla.
Mead sería un vino austriaco. Para muchos un vino de gran calidad, quizá el que mejores cualidades tiene de todos los demás, sin embargo, no ha logrado posicionarse en el gusto del público porque proviene de una denominación de origen que no logra desligarse de una negra historia de malas prácticas.
AMLO sería un gran reserva que se encuentra en ese punto controvertido en el que para algunos está en su mejor momento y para otros ya debe estar avinagrado. Algunos lo consideran todo un Romanée-Conti y para otros no es más que un mal ron venezolano (donde por cierto se producen grandes rones). En medio están una gran cantidad de personas que no saben si probarlo o no.
Este domingo habremos de escoger el vino que se sirva durante los próximos 6 años en esa mesa llamada país que compartimos todo(a)s lo(a)s mexicano(a)s. Entre los candidatos, como entre los vinos, el mejor no es el más añejo o el más caro, sino el que a uno más le guste.
Comentarios
Publicar un comentario