Hito Tempranillo Rosado 2016, Ribera del Duero, España

Hito Tempranillo Rosado
2016
Ribera del Duero, España
$250-$300



Una de las cosas que más me llamaron la atención cuando viví en España en relación con la cultura del vino fue cómo, en general, las personas van cambiando de vino en función de la temporada. En otoño e invierno uno generalmente ve en los bares vinos tintos, pero apenas es primavera y en los bares y sus terrazas comienzan a hacer presencia los vinos blancos y rosados y esto se va acentuando hacia el verano en el que uno difícilmente ve algún tinto, salvo que sea en sangría o tinto de verano. 

Desde luego siempre habrá quienes tomen blanco, tinto o rosado sin importar la época del año, pero sí creo que es un panorama generalizado, al menos en España y supongo que en otras partes de Europa sucederá algo parecido.

Ese rasgo cultural es interesante porque habla de que el beber vino tinto o blanco o rosado es una cuestión de gustos, en la cual puede influir el clima, pero donde no tienen cabida los estereotipos de género. Desafortunadamente estos estereotipos llegaron al mundo del vino. No sólo -aunque también- por el hecho de algunos vinos se describan como "masculinos" -por ser potentes, corpulentos, etc.- y otros como "femeninos" -por ser recatados, elegantes, discretos, etc.-. Si no también porque en países como México, en donde la cultura del vino aún no está tan arraigada, se tienen estos estereotipos de que los machos alfa deben beber cabernet sauvignon y que los blancos y los rosados están reservados para las damas. Incluso en alguna versión más extrema de estos estereotipos beber vino tinto es de "jotos", pues los machos solo beben cerveza (siempre que no sea Tecate Light), whisky, tequila, mezcal, ron, etc., entre más fuerte la bebida más apropiada para el hombre. 

Los estereotipos tienen muchos efectos nocivos en la sociedad. Uno de ellos es que nos suelen poner barreras a nuestro actuar autónomo. No usamos cierto tipo de ropa o colores, no escuchamos cierto tipo de música, no leemos ciertos libros o vemos ciertas películas, no lloramos, no nos quejamos, no dejamos de trabajar, no dejamos de cocinar y limpiar y muchos otros etcéteras, todo porque no ese actuar no se ajusta a los estereotipos de nuestro género. Lamentablemente eso pasa con el vino y es una lástima, especialmente para algunos hombres, que por ese motivo se privan de probar vinos blancos o rosados, incluso tintos, que son toda una experiencia de vida.

El vino de esta semana es, precisamente, un vino rosado. Los vinos rosados son hechos a partir de uvas tintas, pero en cuyo proceso de elaboración el contacto del mosto (el jugo de la uva) con las pieles de la uva no es tan prolongado como en los vinos tintos, de ahí que no tomen tanto color (el color de los vinos es aportado por la piel de la uva). A mí me parecen vinos fascinantes por las notas aromáticas, las tonalidades y los sabores que arrojan, además, desde luego, por su frescura, especialmente en épocas de calor. Así es que no, no entiendo a quien se resiste a probar un vino rosado sólo por el hecho de ser hombre. En fin.

Vinos rosados se hacen prácticamente en todo el mundo, pero el de esta semana viene de un lugar que para mí es especial. Por un lado, porque fue en España donde quizá maduró más mi afición al vino y donde pude tomar mis primeros cursos de cata. Por otro lado, porque este vino particularmente se produce en la Ribera del Duero que es mi denominación de origen preferida de España. La Ribera del Duero es una de las principales regiones productoras de vino de España (y del mundo) que se ubica en el norte de España, en la comunidad autónoma de Castilla y León (aquí pueden ver un bonito video sobre Rioja y Ribera del Duero).

La bodega productora es Bodegas Cepa 21, que es un proyecto de bodegas Emilio Moro, en el que buscan producir vinos más innovadores, saliéndose un poco de la línea clásica (pero sin dejar de ser) de la Ribera del Duero. Les comparto la ficha de cata 👇



👀
A la vista presente un espectacular color melón, ligeramente salmonado y con ribete naranja pálido. La capa de color es baja, es un vino muy limpio y muy brillante. El lagrimeo es consistente. 


FASE VISUAL

Rosado Color

Melón y Salmón pálido

Ribete


Naranja pálido
Capa de color
Brillo
Limpidez
Lagrimeo/Viscocidad
Baja

Muy brillante
Muy buena
Consistente


👃
En nariz la primera impresión es muy buena, la fuerza, concentración y complejidad son medias altas, presenta muy buena limpidez y mejora en la segunda impresión. Las notas son a frutos rojos, como la fresa, frutos del carozo, como chabacano y frutas tropicales como el melón y flores, principalmente, flor de anís. 


FASE GUSTATIVA
Ataque
Dulzor/Sequedad
Acidez
Alcohol
Tanicidad
Cuerpo
Permanencia
Fresco

Seco

Media

Medio a medio alto
Baja

Medio

Media a media alta

Carácter
Frutas rojas
frutas de carozo
frutas tropicales
vegetal

👄👅
En boca tiene un ataque fresco y seco. La acidez es media y la tanicidad baja, pero perceptible, especialmente en el retrogusto. Es un vino de cuerpo medio que tiene una permanencia de media a media alta. En boca se confirman las notas que da en nariz, destacando un poco más el chabacano y apareciendo algo de notas cítricas como la mandarina dulce e, incluso, una nota que recuerda al mango con chile y una muy ligera nota vegetal como a pimiento amarillo.


FASE GUSTATIVA
Ataque
Dulzor/Sequedad
Acidez
Alcohol
Tanicidad
Cuerpo
Permanencia
Fresco

Seco

Media

Medio a medio alto
Baja

Medio

Media a media alta

Carácter
Frutas rojas
frutas de carozo
frutas tropicales
vegetal

Es un vino que marida muy bien con Salmón o atún e incluso con chiles en nogada ahora que inicia la temporada. Tomar vino rosado no afecta su sexualidad, dense el gusto. Salud 🍷

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